Tyson Fury derrotó ayer por decisión unánime a Wladimir Klitschko y puso fin al reinado de casi una década del ucraniano como campeón mundial pesado, arrebatándole los cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Organización Internacional de Boxeo (OIB).
Después de 12 feroces asaltos, en los que Klitschko acabó con cortes en ambos ojos, la decisión quedó en manos de los jueces.
Tanto César Ramos como Raúl Caiz dieron ganador 115-112 a Fury, en tanto que Ramón Cerdán favoreció 116-111 al invicto británico.
Quiero dar las gracias a mi señor y salvador Jesucristo por darme esta victoria. He trabajado duro cada día para este momento, es un sueño hecho realidad, dijo Fury.
Fury, quien acabó dándole una serenata a su esposa desde el ring, ahora suma 25 victorias, 18 por la vía del nocaut.
De principio a fin, Fury se la pasó provocando a Klitschko, de 39 años, en la pelea escenificada en un estadio de fútbol en Dusseldorf.
Tras sufrir su primera derrota desde abril de 2004, Klitschko quedó con marca de 64-4 con 63 nocauts.
No perdía desde que fue noqueado por Lamon Brewster en Las Vegas.
La antesala a la pelea del sábado estuvo en duda debido a las quejas de Fury sobre la calidad del cuadrilátero al considerarla como muy blanda.
Tienen que cambiar la lona. Si no la cambian, tenemos un problema, señaló Asif Vali, agente de Fury.