La deglución es una función vital y necesaria para garantizar la supervivencia del individuo. Se realiza por medio de una acción motora automática en la que actúan músculos de la respiración y del aparato gastrointestinal; cuyo objetivo es el transporte del bolo alimenticio y también la limpieza del tracto respiratorio, a través de una actividad neuromuscular compleja, que puede iniciarse en forma conciente y dura de 3 a 8 segundos.
La deglución es una función neurovegetativa que puede entenderse como un proceso fisiológico complejo, en el cual el alimento o material ingerido es llevado de la boca al estómago, lo cual exige un control neuromotor delicado e integrado, con participación de la corteza cerebral y los nervios encefálicos, además de la musculatura orofacial, faríngea y esofágica.
Podemos definir los Trastornos Deglutorios como un conjunto de alteraciones miofuncionales de las estructuras y los procesos que intervienen en la deglución.
Cabe destacar, que debido a la íntima relación que existe entre la buena funcionalidad de estos órganos y el área fonoarticulatoria, las deficiencias en esta área comprometerán en forma inmediata el desarrollo y aparición del lenguaje articulado.
Estas alteraciones pueden ser congénitas o adquiridas, por lo cual haremos mención sobre las características de la deglución normal.