En la derrota no se encuentra el final ni en la victoria siempre se alcanza la gloria.
El panameño Jaime Arboleda 10-1-0-8 nocauts, boxeador profesional en la categoría peso pluma, no dará marcha atrás en su objetivo de convertirse en el próximo campeón de la tierra que lo vio nacer.
Con sus potentes puños, corazón de guerrero y sueños indomables, Arboleda trabajará día con día para llegar a la cima.
"Estamos haciendo mejoras como boxeador, y en Dios confío que seré campeón mundial", aseguró Arboleda a día a día, tras finalizar su entrenamiento en el gimnasio Pedro "Rockero" Alcázar, en Curundú.
Tocar la lona y perder su invicto de 10 victorias consecutivas ante el filipino Recky Dulay fue un golpe bajo, pero les permitió a él y a los de su esquina tomar nota.
"Me sentí triste porque perdí un invicto y una clasificación para pelear un título mundial, pero en mi familia volví a encontrar las fuerzas para levantarme. En un reparto video vi algunos errores, los mismos que hacía en el gimnasio y en algunas peleas, pero no los consideraba como errores porque todo me salía bien, y es que cuando tú ganas, no ves errores", expresó el espigado púgil, quien además reveló: "Pararnos a pelear de tú a tú no es lo mío, lo quise hacer en tres o dos peleas antes de mi derrota, me funcionó y quise seguir haciéndolo, pero en verdad mi fuerte es boxear, manejar distancia, y vamos a empezar de cero".
Arboleda ya se prepara para el que podría ser su siguiente combate.
"Lo que me queda es prepararme para ver si en el mes de octubre tengo una pelea en Panamá o fuera del país", manifestó.
Como una película en la que él es el protagonista, Arboleda se perdió en sus recuerdos invocando sus inicios.
"Desde los 5 años mi papá me entrenaba Euclides Arboleda, a los 9 años empecé a entrenar con mi profesor Rigoberto Garibaldi, después estuve en la selección por tres años y ahora estoy en la profesional. Me siento orgulloso de lo que he logrado hasta ahora", confesó.
Arboleda, quien todos los días se levanta a las 4:00 a.m. para ir a correr y luego se dirige al gimnasio a entrenar, comentó que su aspecto físico no solo le ayuda al momento de tirar y recibir golpe en el cuadrilátero; no, señores, pues su compañera sentimental, Saydi Acosta, se goza de este privilegio.
"Cuando comencé, era flaco, no tenía nada de músculo, pero a través del tiempo en el boxeo, adquirí masa muscular, y es lo que le atrae a mi novia, quien siempre está encima tocándome, pero eso me hace feliz", sostuvo.
No todo en la vida es ganar y ganar, a veces uno gana perdiendo, a veces uno pierde ganando, y eso es lo que pude aprender de mi primera derrota ante el boxeador filipino.
Seguiré adelante, una derrota me hace más fuerte y seguiré mejorando en mi carrera como boxeador para ser el próximo campeón.
Jaime Arboleda quiere enorgullecer a Panamá con un cetro mundial.
El istmeño quiere ser rey en la categoría pluma.