¿Chantaje?

 La olla se destapó. La mala relación entre la Policía Nacional y  la Liga Panameña de Fútbol (LPF) es un problema que desde hace varias semanas viene arrastrando las sábanas. El problema salió a la luz pública el sábado, cuando el onceno Atlético Nacional se negó a disputar el encuentro de la jornada  11 del Torneo Apertura 2015 de LPF ante el Plaza Amador, en el estadio Maracaná, debido a la falta de los uniformados. “Desde hace varias semanas, la Policía Nacional se rehúsa a prestar el servicio en los estadios porque no nos hemos podido poner de acuerdo en un contrato.   El sábado, el equipo de la  Policía se negó a jugar  con el Plaza Amador porque había seguridad privada custodiando el partido, a pesar de que   lo han hecho los otros equipos sin ningún contratiempo, haciéndolo como otra medida de presión,  lo cual es absurdo porque ellos son quienes no quieren poner la seguridad en los estadios”, manifestó ayer a este medio Gian Castillero, presidente de LPF Group. El entrevistado expresó que se les está exigiendo un aumento y privilegios en los encuentros de la LPF. “Nosotros pagamos 20 dólares por unidad más cinco de un impuesto que se llama Fiscoi, y ellos pretenden subirlo a 40 dólares por unidad y 11 dólares al Fiscoi.  Si la LPF utiliza 4,000 unidades al año, ese monto es demasiado alto y no podemos pagarlo, la liga quebraría. Además piden el 50 por ciento de descuento (en boletos) y la federación no puede hacerlo porque eso sería como un favoritismo; si les doy un descuento a ellos, por qué no a otros”, señaló. Las puertas de la federación panameña están abiertas para buscarle una solución a esta problemática. “La LPF sigue abierta a conversar, pero para conversar se necesitan dos, así que esperaremos esta semana a ver si la Policía  tiene la disposición de conversar.  Pero el mensaje es que no puedo pagar más de lo que tengo en el bolsillo y, por lo tanto, la LPF buscará una alternativa y esa es la seguridad privada”, apuntó. De no solucionarse este problema, la vigilancia en los coliseos estaría a cargo de seguridad privada. “Por más que tú quisieras utilizar algo y si no puedes pagarlo, se busca una alternativa, tan sencillo como eso.  Al final, lo que la gente tiene que entender  es que esto no es un servicio gratis, nosotros pagamos por eso.  Nos quieren aplicar ahora una tarifa de  51 dólares por unidad, que es la que pagas cuando contratas un servicio de seguridad  individual por ocho horas de trabajo, y  nosotros no estamos contratando una persona, estamos  contratando miles de policías, y esas unidades nunca se exceden las cuatro horas de trabajo”, expresó. Por último, Castillero consideró que para poder acceder a la solicitud, los hinchas tendrían que pagar los platos rotos. “Más de 214 mil dólares al año se le paga a la Policía Nacional y con lo que piden sería alrededor de cuatrocientos mil y pico,  la única forma de poder cubrir eso sería  duplicar  o triplicar el precio de la entrada al fanático  y con ello, menos fanáticos en los estadios”, razonó.