De varón. Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, tuvo que pincharse suero para jugar ante el Getafe tras pasar una mala noche y tener vómitos durante la mañana de ayer.
Ramos jugó ayer al límite de sus fuerzas y acabó extasiado en el vestuario madridista al descanso y al final del partido. El capitán decidió jugar tras tener que inyectarse suero para recuperar líquidos por los vómitos que tuvo en el mismo día del partido.
El conjunto blanco terminó venciendo al Getafe por 2-1, con un gol sobre el final de Cristiano Ronaldo.
Ahora está bien, pero pasó la noche mala con vómitos y le pincharon suero. Otra vez ha dado ejemplo.