En el sector de El Naranjal de Tanara hay seis iglesias, pero la más conocida es la capilla Santa María la Antigua.
En este poblado hay un campo deportivo el cual sus moradores utilizan para practicar el béisbol y sobre todo el fútbol.
El sector de El Naranjal posee un acueducto de carácter rural, que fue construido por esfuerzo propio de los moradores.
El poblado está constituido por sectores como Altos de Tanara, Naranjal, Urbanización Tanara, Barriada La Balbina, entre otros.
A lo largo y ancho del poblado hay 5 tiendas y kioscos.
Hay dos planteles educativos: el ciclo básico general escolar El Naranjal y el Instituto Profesional y Técnico México Panamá.
Poseen una ruta de buses que trata de cubrir hasta la ciudad capital.
En sus orígenes, de acuerdo con doña María, las personas se comunicaban con gritos y se oían claritos, no existía la telefonía celular.
Por la denominada carretera vieja, hasta el año 1980, los buses de la ruta viajaban por allí, posteriormente todo el mundo empezó a transitar por la carretera nueva y la carretera vieja quedó en el abandono.
Tienen límites con los centros penitenciarios La Joya y La Joyita.
Cuando Omar Torrijos estuvo en el poder hizo expropiaciones y dio a cada residente su terreno (título de propiedad).
El área de El Naranjal comprende unas 33 hectáreas.
Las calles de asfalto fueron construidas durante la administración Pérez Balladares.
La comunidad se abastece con agua de pozo rural, no se abastece de acueducto del Idaan.
Aseguran que hubo una época en que había más tranquilidad y paz.
Las primeras casas que construyeron en el poblado fueron edificadas con palitos de caña brava, los techos eran de hierbas.
Vivían en unos ranchitos, no cualquiera podía vivir en estas tierras, la mayoría de los pobladores trabajaban en las tierras de Joaquín Vallarino.