Un humilde y consagrado Profesor de Educación Física de larga trayectoria en el Nido de Aguilas. Querido por sus estudiantes por su dedicación y por los valores patrióticos y morales que abraza. Siempre brindó sus sanos consejos al movimiento estudiantil. Varios ministros lo persiguieron por su actitud vertical contra las injusticias, sus luchas por una mejor educación y mejores condiciones de trabajo para los docentes.
El profesor Arturo Adames es dirigente de la Asociación de Profesores de la República de Panamá (ASOPROF), de su capítulo del Instituto Nacional.
Ha partcipado activamente en diversas agrupaciones, como el Círculo de Educadores Físicos Arnulfo Martinelli (CEFAM), FRENADESO y el Frente Amplio por la Democracia (FAD).
La persistente política de los distintos gobiernos y los ministros contra el auténtico movimiento estudiantil que le ha dado gloria a Panamá, el deterioro de la educación, la sistemática campaña de deformación de la juventud a través de medios de comunicación, programas de gobierno, la política represiva, la presencia amenazadora de policías en los colegios con el fin de convertirlos en cárceles, la prohibición de la protesta estudiantil, la negación del derecho a organización a la juventud estudiosa, el cierre de espacios democráticos en los planteles, la ausencia de debates de altura, etc. ha permitido la intromisión de bandas pandilleras vinculados a grupos mafiosos y políticos tradicionales que practicamente han asumido el control en algunas escuelas.
Hoy, el profesor Adames, el amigo de los estudiantes, el luchador social, se recupera de las graves quemaduras de las que fue víctima por bandas delincuenciales.
Solo el lunes el estudiantado honesto y con ideales patrióticos y revolucionarios repudió ante los medios los chantajes del pandillerismo. Ellos también corren peligro.
Rogamos por la pronta recuperación del profesor Arturo Adames. Nuestra sincera solidaridad, a su esposa y colega, la profesora Daisy, a demás familiares, colegas y compañeros.
No podemos menos que expresar nuestra tristeza y estupor por tan abominable y cobarde hecho.
Un abrazo a Arturo Adames... ¡JUSTICIA!