Juegavivo. Tarifas fijas, requisitos extraordinarios y hasta viajes son algunas de las exigencias que han hecho los sacerdotes, entre ellos panameños, por celebrar en casas particulares, hoteles y otras localidades sacramentos de la eucaristía, bautismo y matrimonios.
Pero este negocio llegó a su fin cuando ayer la Conferencia Episcopal Panameña CEP estableció disposiciones para regular la participación de predicadores, ministerios de música y afines, en el territorio de la provincia eclesiástica de Panamá.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta fue claro, y aseguró que si un sacerdote o evangelizador necesita hacer un servicio de este tipo, debe hacer llegar a la curia de la respectiva diócesis donde se tiene previsto participar, una carta de presentación y aprobación actualizada por parte del Ordinario obispo o superior si es religioso del lugar donde proviene, en la que haga constar que no ha manifestado doctrinas u opiniones que se encuentran en oposición a la enseñanza de la Iglesia católica y que no tienen ningún impedimento canónico.
Pero no solo la regulación va con los nacionales, ya que para que el ministro ordenado, sacerdote o diácono, que venga del extranjero pueda celebrar lícitamente la eucaristía u otro sacramento, debe presentar sus credenciales.
Meredith Rodríguez, activista y representante de la sociedad civil, aseguró que esto debe entrever que la corrupción va mucho más allá del propio Gobierno y que todos en algún momento son salpicados por la falta de moral y valores.
"No creo que todos sean malos, pero veo bien esta regulación que ha hecho la Iglesia", e insistió que todas las religiones deben ser reguladas en Panamá, ya que si no es pago, es una ofrenda obligada", concluyó, Rodríguez.
En 2014, el papa Francisco había denunciado que algunas parroquias se conviertan en "casas de negocio" y hacían pagar por celebrar sacramentos.
- Todos los procesos pastorales deben tener constancia y aprobación de la iglesia.