Son vistos como los menos pudientes, si tienen dinero importan y en ocasiones no pueden ser autores de sus propias decisiones, son estas algunas de las limitaciones y la triste realidad que les toca vivir a los longevos del país.
¿Cambiará esta situación? Es la interrogante que se hace este grupo de la población, en caso tal se dé la sanción del proyecto de ley N.° 133 que busca la protección integral de los derechos de las personas adultas mayores.
El objetivo de dicha norma es dar un marco normativo que garantice los mecanismos legales para el ejercicio pleno de sus derechos reconocidos en la Constitución Política y los tratados internacionales.
Argénida Dumanoir de Barrios, directora de la Universidad del Trabajo y la Tercera Edad de la Universidad de Panamá, indicó que la mejor política es actuar bien, ya que no se tiene la edad de las arterias, sino la de las ganas de vivir.
"No queremos un adulto mayor carga, queremos que le ponga vida a los años", acotó.
Monseñor José Domingo Ulloa dejó claro que se debe agradecer el esfuerzo que las personas adultas mayores han realizado en la conformación de la familia de la sociedad y del país.
Para Belkis Pérez Vega, vicepresidenta de la Asociación de Jubilados y Pensionados de Chitré, la ley es buena, pero lo que hay que hacer es que se cumpla, ya que son ellos vistos como personas desechables, hay que cambiar esa mantalidad.
El proyecto de ley N.° 133 declara como una persona adulta mayor a todo individuo mayor de sesenta años de edad.
Además de la creación del Instituto Nacional del Adulto Mayor, plantea descuentos especiales en transporte, establece el 1 de octubre como Día Nacional del Adulto Mayor, entre otros aspectos.