Aalrededor de 26 mil panameños se les ha diagnosticado virus de inmunodeficiencia humana VIH y Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida Sida desde 1984 a la fecha, y han fallecido 11 mil personas, según las cifras del Ministerio de Salud Minsa.
Y con el incremento de los casos, la falta de medicamentos para pacientes VIH aumenta.
Razón que motivó a que ayer el doctor Orlando Quintero, director de Probidsida, se encadenara en la entrada del Complejo Hospitalario de en la Caja de Seguro Social CSS, a manera de protesta por la falta de medicinas.
Según Quintero, medicamentos como Raltegravir -que representa la última línea dentro del tratamiento de pacientes con VIH- no existe desde hace más de siete meses, lo que considera un absurdo.
La misma situación se da con otro medicamento llamado Atripla, que tampoco se está distribuyendo en las farmacias de la entidad pública.
Aproximadamente, 300 personas deben recibir el Raltegravir, y el 70% de los pacientes con VIH utilizan Atripla, que son aproximadamente 3,500 pacientes, explicó.
Tras su protesta, el director encargado de la CSS, Rubén López, se presentó al lugar para atender sus inquietudes. En el sitio afirmó que se ha firmado un contrato de compra de Raltegravir por $ 1.2 millones, con el que se prevé resolver el desabastecimiento de los medicamentos para pacientes con VIH.
Pero el tema no quedó allí, pues la Contraloría General de la República ha desmentido al director de la CSS, al asegurar que en su Sistema de Seguimiento, Control, Acceso y Fiscalización de Documentos, no se tienen trámites pendientes con estos medicamentos.