Los papas Juan Pablo II y Juan XXIII serán proclamados santos a finales de año, tras aprobar ayer el papa Francisco un segundo milagro por intercesión de Karol Wojtyla y, en una decisión sin precedentes, decretar la canonización de Angelo Roncalli sin esperar a ese segundo milagro.
La normativa vaticana exige que para que una persona sea beatificada es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizada (santo) es necesario un segundo milagro, que debe ocurrir después de ser proclamado beato.
Por primera vez en la historia de la Iglesia, al menos la reciente, dos papas serán santificados a la vez.
Milagro
Ocho años después de su muerte, el segundo milagro que llevará a Karol Wojtyla (1920-2005, elegido papa en 1978) a la gloria de los altares se produjo en una mujer de Costa Rica, Floribeth Mora Díaz, que en abril de 2011 sufrió un aneurisma cerebral y los médicos dijeron a su familia que su estado era irreversible.
Floribeth Mora, de 50 años, dijo que nunca perdió la fe y que el 1 de mayo de 2011 siguió por televisión la beatificación de Juan Pablo II, a pesar de los medicamentos, que la hacían dormir por muchas horas. Al siguiente día cuando me desperté y vi una revista en conmemoración de la beatificación, y escuché una voz que me dijo: levántate, no tengas miedo.
El primer milagro del papa Juan Pablo II se produjo en la hermana francesa Marie Simon-Pierre. Esta monja de 49 años se curó del mal de Parkinson que no le permitía realizar tareas básicas como: caminar, escribir o conducir.
