Yo siempre he pensado que la música es mágica, la salsa representa muchas de las cosas que no podemos decir con palabras.
Gracias a ella incluso enamoramos a alguien, desde pequeña yo la conocí, en cada rincón de mi casa mi familia y mi padre me llevaron a este mundo, y cuando me miro ahora como profesora de voz y cantante, me agrada mucho más, y quiero expresarla de muchas maneras.
Algo que en estos momentos es algo grave es el bullying, un mal que hay que erradicar, pero muchos jóvenes se refugian en la música por que ese es uno de los escapes que tiene, se sienten seguros, y también sirve como terapia, un ejemplo claro es en niños con autismo.
Recientemente me enviaron un video de un señor, que está en silla de ruedas y no hablaba con nadie, estaba alejado de todos y le colocaron una radio a su lado para que escuchar una canción de su época, una vez se la quitaron, alguien fue ha hablar con él y esta persona habló como si fuera normalmente, la idea es que disfruten con ella, es una manera de bendición.
La manera de cómo llega el ritmo a las personas, como se desprenden de la realidad, todos nos conectamos y lo que se ve en el aire es la alegría, y sonrisas puras, nada inventado,
definitivamente poder interpretar esto durante tanto tiempo y que llegue a las personas y me digan que les gusta y las canten, es algo difícil de expresar.
La salsa como tal es mundial, te lo puede escuchar cualquier persona de un país que no hable español y sin dudar el ritmo lo comienza a conquistar, he tenido comentarios de lugares que me pregunto, en serio, por allá se escucha mi música y me sorprendo, pero es gracias a esas pequeñas cosas que hacen que cada día valga la pena.
El mundo cambia siempre, pero la salsa cuando se escucha le llega a el alma a todos, somos
seres que nos gusta estar en movimiento, debemos dejarnos llevar por las cosas aunque sea un
simple sonido, y siempre valorar los buenos momentos.