Ser madre es lo más hermoso que jamás imaginé en mi vida. Poder mirar hacia atrás y ver mi pasado como algo muy bonito, todos mis éxitos como modelo y dueña de una agencia de modelos; ser empresaria y propietaria de algunos negocios, productora de mi programa de radio entre otras tantas cosas...
Y hoy, poder decir que cada una de esas metas propuestas las he logrado me llena de mucha dicha y emoción.
Me encanta mi nueva etapa de vida en familia, lejos del ruido y la bulla de la ciudad; me encantan los niños, me encanta mi trabajo, me encanta mi nuevo hogar en Boquete. Hago ejercicios, me encanta la playa y siempre estoy innovando en mi mente con nuevas ideas para plasmar en mis diferentes proyectos.
Como un adelanto de esos planes a futuro, les puedo decir que pronto tendré un calendario en celebración a las madres sexys que, con hijos, siguen siendo un ejemplo inspirador para todas las mujeres que no son madres y sueñan con serlo algún día.
Está especialmente dedicado a la mujer trabajadora, ama de casa, empresaria, atleta y 100% madre.
Mi razón principal de vivir en Boquete fue más que nada por mi hijo, por el ambiente tranquilo. Yo soy cero materialista y pienso que más que llevarlo a vivir a una casa donde lo que le rodea es estrés y peligro, vale más su tranquilidad, bienestar y felicidad. Además de que yo ya me encontraba harta de la ciudad. Voy para dos años de estar viviendo en esta hermosa montaña y cada mañana, al ver la naturaleza que me rodea, es como que ¡waaao, qué bendición! No me gusta la ciudad. Lo único que me gusta hacer es viajar a Panamá para un 'shopping', visitar la familia o por trabajo, y solo pienso en regresarme lo más pronto posible a casa donde tengo todo tipo de deporte extremo, como 'hiking', 'river rafting', 'canopy' y paseos en caballo a la vuelta de la esquina. Tengo los mejores restaurantes a cuadras de mi casa, el mejor trabajo del mundo, el mejor café y unos vecinos que valen oro.