Regresa la gran tirana
Ella, a quien se le llamó "The Queen of the latin soul" y la "Yiyiyi", ella, La Lupe, supo lo que era sentir cómo la adrenalina fluye por su cuerpo y la ansiedad hace presa de ella minutos antes de que se corriera el telón para aparecer en escena y después adueñarse del escenario, del público, que la adoró y la lanzó al estrellato, para luego ponerla de lado, como plato de segunda mano. Odette Versalles en "La Lupe, la gran tirana", en el Teatro en Círculo, cuenta la historia de esta gran cantante de los años70.
El público que acude a la sala, la aplaude y canta con Odette temas que consagraron a Guadalupe Victoria Yoli Raymond, mejor conocida como La Lupe, una cantante irrepetible, incomprendida.
Amor e indiferencia fueron en su vida, al igual que entusiasmo y depresión, dos caras de la misma moneda. Hay escenas en las que La Lupe recuerda su niñez en Cuba, las mofas de que era víctima por sus sueños de llegar a triunfar, donde queda claro el dolor que siente por haber sido expulsada de su querida patria, otras en que se le humilla; nostalgia, llanto y despecho se entremezclan.
Los fantasmas la persiguen. El alcohol es su falsa puerta de escape. La realidad le da una dura bofetada: su público ya no la quiere, no hay contratos. Hay nuevas caras, nuevos ritmos...
Con el profesionalismo que la caracteriza, esta gran actriz que es Odette, aceptó el año pasado el desafío de interpretar a la cantante cubana y como lo hiciera La Lupe, la panameña se metió en el bolsillo al público del Inida, papel que le valió ser nominada al premio Escena 2013 a mejor actriz principal.
Ahora, otra vez Odette, en el montaje de Acam Productions (Mara Bethancourt, Carlos Quintana y Siara Rodríguez), en el Teatro en Círculo, pone alma y corazón en su papel de La Lupe, entonando temas como "Qué te pedí", "Si vuelves tú", y la "Gran Tirana".