Se fue un maestro
Considerado por muchos como un patrimonio artístico de Panamá, el maestro y laureado pintor Alfredo Sinclair murió la mañana de ayer a la edad de 99 años en su residencia a causa de una falla cardiaca, así lo dio a conocer su hija Olga Sinclair, reconocida pintora panameña. Esto reveló EFE.
El maestro Alfredo Sinclair era reconocido no solo en el plano nacional, sino también en el ámbito internacional. Tanto así que apenas las personas se dieron cuenta de su deceso, políticos, periodistas, comentaristas y colegas les hicieron llegar sus condolencias a Olga Sinclair y su familia, manifestando que su legado seguirá vigente y en manos de su hija.
Biografía, logros y triunfos
Alfredo Sinclair Ballesteros nació en la ciudad de Panamá el 8 de diciembre de 1914, era el cuarto hijo de Jorge Sinclair, un ingeniero hidráulico inglés, y de la panameña Quintina Ballesteros, maestra oriunda de Gatún, pero poco después de su nacimiento la familia regresó a la costa del Caribe, donde residía.
Cuando cursaba el cuarto grado de la escuela República de Uruguay, en Colón, se dio cuenta de que tenía un gran talento para el dibujo, y fue desde ese momento que poco a poco perfeccionó su técnica.
Al graduarse de sexto grado, trabajó como salonero para mantener a su familia. Sin embargo, en sus tiempos libres se dedicó a pintar. Su afán por crecer y perseguir sus sueños lo llevó a ganarse una beca y matricularse en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova en Argentina.
Sus obras han sido expuestas tanto en Panamá como en el extranjero en países como: Argentina, México, Estados Unidos, Colombia, España, Inglaterra, Alemania, Francia, Japón y otros. Están las exposiciones individuales: Galería Antú, Buenos Aires (1950), Museo Nacional (1959), Librería Cultural (1962), Instituto Panameño de Arte (1963), Galería Circle, Nueva Orleans, Estados Unidos (1970), entre muchas otras.
Amigos allegados a la familia manifiestan que la familia Sinclair se caracterizaba por manejar su vida sobre valores, enseñanza que fue transmitida a sus hijos Jorge, Miguel y, por supuesto, a Olga Sinclair.
En 1991 el Museo de Arte Contemporáneo presentó una retrospectiva de su carrera y ese mismo año el Gobierno de Panamá lo condecoró con la Orden Vasco Núñez de Balboa en grado de Comendador.