Pagar el costo político de suspender unos Carnavales parece ser el miedo de las autoridades, y es que así como acostumbran, se la han pasado tirándose la pelota a ver a quién le tocaría tomar una decisión, mientras, la sequía azota todo Azuero, los ríos son solo piedras En este punto solo resta preguntarse ¿quién debe tomar el toro por los cuernos? ¿Quién debe tomar esta decisión? Cuán difícil podría ser decirle al panameño que este año no puede culequear, que disfrute esos días de otra manera? ¿O es que protegen a los empresarios?
Siguiendo con el tema, todavía hoy muchos critican lo mal que se vio la ministra de Ambiente durante la conferencia. Ni siquiera conocía las cifras oficiales, ni mucho menos pudo leerlas y peor aún, cuando salió afirmando que en Panamá el agua sobra. O sea, viniendo de ella y con la actual situación eso fue una total incongruencia.