Esta semana el presidente salió a decir que se acababa el relajo de los transportistas piratas y diablos rojos. Que harían operativos, que por cierto iniciaron con los diablos verdes. Al día siguiente, desde la madrugada las paradas de buses del este estaban abarrotadas de usuarios esperando un transporte para llegar a sus destinos. Obviamente, los piratas hicieron fiesta, hasta que las autoridades también empezaron a multarlos.
Pasan los días, arrancan los operativos y qué creen, los buseros prueban a medir fuerzas y zazzz, ayer los de la Cooperativa de Transporte de San Cristóbal de Chepo anunciaron un paro indefinido. ¿Quiénes creen que son los que sufren? Obvio los usuarios, que suben y bajan santos para que pase un Metrobús, que consiga aunque sea ir en la puerta guindando y que un carterista no le quite los pocos reales que le quedan de la quincena. ¡ Eso no se hace! El presidente y su equipo debieron prever que tras su anuncio habría una crisis de transporte que afectaría al pueblo. ¿Se imaginan el paro del 25 de octubre?
Entren que caben 100
Desde Campana nos llega otro calvario y es que ahora que demolieron sin razón la iglesia San Isidro Labrador todo el pueblo tendrá que irse para las de Campana y Villa Rosario en la que con 20 personas se llenan las misas. ¿Se imaginan ese arroz tuna? Dice Yiyo que para qué se ponen a tumbar iglesias si ni siquiera saben lo que es rezar un rosario apretao.
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