Después de que los productores de tomate se emberracaran y regalaran tomates como medida de protesta contra el Gobierno uno se puede encontrar la libra hasta en 35 centésimos entre los vendedores ambulantes y en puestitos de ferias libres, ah, pero váyase a los supermercados. Ahí como que no se han dado cuenta de que el tomate está prácticamente regalado y quieren vender la libra hasta en $1.50 y feos. Ni se hable de los chinitos, la sinvergüenzura en este país no tiene límites.
Hablando de sinvergüenzuras de algunos supermercados, ya uno no podrá ni asearse, porque cada semana suben y suben los precios de los productos de aseo, muchas veces hasta un 30% de su precio original. No nos cree, averigüe cuánto le cuesta una pasta de dientes, un champú o un rollo de papel higiénico.