Que se hayan divertido es bueno, pero que no abusen y después venga el arrepentimiento. ¡Carita de santos! Basta de aquellos tira la piedra y esconde la mano.
Me refieron a la clásica actitud de algunos panameños en estos Carnavales. ¿Qué sucede? Pues nada más y nada menos, que algunos se cogen las cosas muy a pecho o se dejan llevar por la emoción y terminan siendo el hazmereír en una tarima. Esto va más que todo con las féminas que terminan con la moral arrastrando. ¿Será? Tal vez usted que me lee me podría compartir muchos ejemplos.
Bueno, y siguiendo con el tema de los Carnavales... luego de haber desperdiciado agua en culecos y por todos lados, ahora es que viene el rosario de quejas de los panameños que empezarán a lamentarse a falta de este precioso líquido. Ahhh, pero nadie se acuerdaba de esto antes de la mojadera. Bueno, amanecerá y veremos qué nos depara este tema.