A sus 58 años, Fulvia Jaramillo está orgullosa de ser descendiente anfroantillana, porque dice que las personas morenas no aparentan tanto su edad; en medio de risas, quiso dejar claro que aparenta menos de eso, porque el cuido y el tipo de piel los hace menos vulnerables a los rayos solares. Esto hace que no se nos noten las arrugas, dijo.
Esta protección natural del sol significa menos daño a la piel y menos signos de envejecimiento. Por lo tanto, debido a la melanina en la piel de las mujeres afro, estas aparentan ser más jóvenes que las mujeres blancas de la misma edad, pues los cambios que se producen a medida que la piel morena envejece suelen retrasarse.
De acuerdo con el dermatólogo Rubén Villanueva, esto se debe a la gran cantidad de melanocitos (la célula que se encarga de reproducir melanina, lo que pigmenta la piel) que tiene la piel morena y que bloquean los rayos ultravioleta solares, evitando que dañe el ADN de las células de estas regiones tan expuestas a la luz. El aspecto facial tarda un poco en pronunciarse, sostuvo.