El presidente francés, Emmanuel Macron, quiso hoy marcar terreno en su primera reunión con el líder ruso, Vladímir Putin, en la que abordó numerosos puntos de fricción entre ambos países, como la interferencia de medios cercanos al Kremlin en su campaña electoral o las diferencias sobre Siria o Ucrania.
El nuevo mandatario francés escogió el Palacio de Versalles -vestigio de la Francia monárquica a la que Macron ha lanzado ya varios guiños- para recibir al primer jefe de Estado que visita su país desde que asumió el cargo hace sólo dos semanas.