Ricas y sabrosas se sienten las chicas del gueto cuando caminan por las calles con sus extravagantes vestuarios que son admirados por todos, por los caballeros que están en la vía.
Pegados al cuerpo, que te marquen la figura y que sean de colores fuertes para distinguirte entre las demás chicas del barrio es lo que busca con su forma de vestir.
Es que ellas han impuesto su propia moda que va desde la redecilla en la cabeza para que el tubi tubi no se dañe y así poder ir riquitas a la rumba de la noche.
De igual forma se usan las chancletas baratas que les dejan las uñas de los pies largas y con dibujos extravagantes al aire; estas son apenas algunas de sus formas de hacer la diferencia.
Estefanía vive en San Miguel, y dijo: No hay man que no mire mi pum pum cuando cargo puesto los pantalones licra o las pijamitas sexy; además, según ella su ropa sale bien barata.
Todas las quincenas baja la maloliente vereda de San Miguel y zas queda sembrá en los baratillos de Calidonia comprando de todo con tan solo 20 dólares.
Entre sus prendas preferidas están: las camisetas que tengan escotes y pegadas al cuerpo, los pantalones cortos o de tela licra, las redecillas y pañoletas que no pueden faltar.
Pero si ellas se imponen, los llamados chacalitos del área no se quedan atrás, ya que además de su caminar, que incluye bamboleo corporal, usan el clásico pantalón corto remangado en la basta.
Las camisetas o suéteres ceñidos al cuerpo que dejan parte de su barriga afuera es lo de ahora, pero con la diferencia de que ellos sí compran marcas reconocidas.
Los hombres del gueto se gastan hasta más de 200 dólares en una sola combinación de ropa.
En cuanto a los zapatos, las favoritas son las sandalias playeras, y las zapatillas estilo mocasines sin medias es lo mejor para salir de noche o de día.
A muchos les gusta a otros no, pero al final ellos marcan la diferencia.
