La transmisión de la fiebre amarilla ha sido noticia en los últimos días.
Los últimos reportes indican que la misma sigue extendiéndose hacia la costa atlántica de Brasil, afectando zonas que no se consideraban en riesgo de transmisión. Esto fue corroborado por el grupo consultivo científico y técnico sobre la distribución geográfica del riesgo de fiebre amarilla y publicada por la Organización Mundial de la Salud OMS.
Usted debe saber que la fiebre amarilla es una enfermedad mortal, que por lo general inicia con dolores musculares, náuseas y vómito. Luego de casi una semana de sufrir dichas complicaciones, se inicia la fase tóxica, que genera graves hemorragias que ocasionan la muerte del paciente.
Con el actual brote, y siendo un país endémico, Panamá no escapa a esa realidad.
Néstor Sosa, director encargado del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud ICGES, comentó que se están tomando medidas de prevención o protocolos por los recientes casos registrados en Brasil y Colombia.
Es necesario recordar que los últimos casos de fiebre amarilla selvática en Panamá se registraron en 1974.
Desde entonces, el Ministerio de Salud intenta cumplir lo establecido en el Reglamento Sanitario Internacional 2005 RSI, de evitar la propagación de epidemias y mejorar la cooperación entre los países con este mismo objetivo.
Sosa dijo que debido al aumento de casos en otros países, es necesario que en los aeropuertos se pida la tarjeta de vacunas a las personas que llegan a Panamá desde Brasil.
El investigador sugirió aplicar la misma medida con todos los panameños que van a salir del país. Esto debe realizarse 10 días antes del viaje para así constatar que tienen la vacuna y no correr el riesgo de contagios.
El nombre de fiebre amarilla se remonta a la construcción del Canal de Panamá.
El historiador José Angulo recuerda que en 1905, el 50% de los trabajadores del Canal de Panamá había sido admitido en hospitales.
Ese año, el antiguo hospital Gorgas reportó que muchos de los altos oficiales murieron de fiebre amarilla.
Hoy día, esa historia se pude repetir en Panamá porque el tránsito sigue aumentando y muchas enfermedades se vuelven resistentes.
Según los libros de historia que él ha leído, el 11 de noviembre de 1905 se registró el último caso de fiebre amarilla en Panamá.
Para diciembre de 1906, la Zona del Canal y las ciudades de Panamá y Colón estaban libres de fiebre amarilla.
El equipo del Dr. William C. Gorgas había erradicado la malaria y la fiebre amarilla. Prevenir y educar fue la verdadera clave del éxito.
La directora nacional de Salud del Minsa, Itza Barahona de Mosca, explicó que la alerta internacional que existe por los casos de fiebre amarilla hace que el país esté en alerta, pero recordó que no es tanto por la presencia del mosquito, sino los visitantes que puedan traerla.