Decenas de egresados han lucido la toga de graduación del colegio Richard Neumann, desde sus inicios en 1958 hasta la actualidad.
Muchos cambios han surgido en este centro educativo, no todos han sido positivos, pues algunos de los que recorrieron los pasillos de la escuela consideran que hoy día ya no es nada de lo que antes era.
Tal es el caso de Ana Victoria, egresada de la promoción 1980, quien relató que en sus años de estudio lo más simbólico era el color verde que sobresalía en las paredes de los salones, hoy día, por el cambio en la educación debido a la transformación curricular, fue pintada de azul con blanco.
Además del uniforme de color verde que con mucho orgullo lucía. Entre otras vivencias recuerda cómo solo con entrar al plantel, ya se sentía el gozo que representaba el ser parte de la familia neumannista.
En una visita al plantel se observaron los pasillos un tanto solitarios y tristes, pues ya los estudiantes graduandos estaban en los preparativos para ir a la práctica profesional, varios eran los hombres que medían, pintaban o hacían diversos trabajos para mejoras a las infraestructuras.
A medida que caminábamos, nos encontramos con la profesora Silvia de Medina, egresada de la promoción de 1975 del Richard Neumann, quien al retroceder un poco el casete de su vida, recordó su época vivida allí como estudiante, ella, con el pasar del tiempo, quedó siendo docente en su alma máter.
Cuando empezó a trabajar allí, el eslogan era: El primer plantel comercial del país, una anécdota que enmarcan sus pensamientos era que cuando se iniciaban los procesos de matrícula, las personas dormían en el colegio desde el día anterior para matricular a sus hijos. Eso, a pesar de que el número de matrícula no era muy limitado.
Antes de los 90, la matrícula era de casi 4 mil estudiantes entre ambas jornadas (matutina y vespertina). La banda de guerra era numerosa, integrada por tambores, liras, clarines y demás.
La escuela era bastante pequeña, en la sección B no había suficientes salones, hasta que hicieron que el ministro de Educación de aquellos tiempos Aristides Royo caminara desde la Contraloría hasta el colegio debido a una protesta pacífica que había sido organizada por la Asociación de Graduandos, en su mayoría eran mujeres, mencionó.
Estaban los pabellones F y el D, pero este último no era completo.
Según Dalia Lee, subdirectora del colegio, con la transformación curricular se han hecho dos laboratorios; de software e inglés. Después del paro del pasado 25 de agosto, se instaló aire acondicionado a los 16 salones que les faltaban.
Asegura que en años anteriores, la mentalidad del estudiantado era sumamente diferente, cuando ingresó al plantel hace 16 años (1999), la matricula era de 3,320; hoy día solo alcanza los 1,044 estudiantes en ambas jornadas, 600 en la mañana, y en la tarde 444.
Le falta mucho más cariño
A pesar de que la falta de mantenimiento es una de las principales razones por las cuales se encuentra un poco olvidada, sigue siendo el alma máter de muchos.
-
Jean carlos díaz
- @jeandiaz1331