El reloj les marcaba las 7:30 a.m. a Mabel y Pablo, una pareja de la comunidad de Sapzurro, una pequeña población colombiana ubicada en el departamento del Chocó, fronteriza con Panamá, quienes ya estaban listos para visitar la popular playa caribeña de La Miel, en la comarca Guna.
Pablo dijo a día a día que la idea no es agarrar un autobús o ir en lancha para llegar allá, sino caminar por el área selvática de cabo Tiburón, a la que se puede acceder desde el pueblo colombiano simplemente subiendo y bajando una pequeña montaña.
Ambos visten lo práctico y obvio para un día de playa: él, pantalón corto y camiseta, que hacen juego con los lentes color negro que lleva puestos. Ella solo se puso la parte de arriba del vestido de baño y una falda "jeans" corta, que muestra la silueta de su cuerpo, característico de una colombiana.
Luego de 25 minutos de camino, con sonrisas y dando los buenos días, son recibidos por el Servicio Nacional de Fronteras, que tiene su sede en el corazón de La Miel, específicamente en Puerto Obaldía.
Mabel, una vez sumergida en las cristalinas aguas de la playa La Miel y haber calmado un poco el calor, explica que caminar por aquí es un poco extenuante, pero realmente vale la pena.
"Son aproximadamente 25 minutos a pie caminando por la montaña, claro, depende del ritmo con que vaya la persona. A nosotros nos tomó un poco más porque no parábamos de tomarnos 'selfies'", dijo entre risas.
En la playa tampoco falta la música, pues al llegar a la comunidad sonaba un vallenato de Diomedes Díaz, que era disfrutado por los viajeros.
La gente del lugar se gana la vida con la pesca, el comercio y el turismo, ya que venden La Miel a los visitantes como un destino que los aleja del estrés.
En esta franja fronteriza, tanto panameños como colombianos pueden pagar en dólares o en pesos colombianos.
La mayoría de los pobladores son negros, pero también hay indígenas, quienes se mezclaron y dieron origen a la singular identidad de este pueblo.
Sus residentes dicen que es uno de los lugares más seguros debido a que el Senafront vigila el área constantemente.
Carlos López, gobernador de Guna Yala, piensa que no solo esta playa es codiciada por muchos turistas, sino también las de toda la comarca.
"Esto logra que el país sea reconocido y crezca la economía del sector", dijo el funcionario.