La industria textil en Panamá pasa por su peor momento, se encuentra huérfana y a
punto de desaparecer.
Son diferentes dificultades las que este sector de
la industria está afrontando desde hace años.
Augusto Corro Pinilla, presidente de la Asociación Nacional de la Industria de la Confección de Ropa, indicó que desde el año 1990, cuando se realizó el cierre de casi 18 fábricas que derivó en el desempleo de aproximadamente 30 mil trabajadores, hoy día no llegan ni a los cinco mil.
Situación actual
Corro expresó que actualmente son cerradas algunas fábricas y han desaparecido algunos talleres
de sastrería.
La situación es difícil, pues el 90% de la ropa viene de afuera.
Igualmente, los contratos de ropa se están yendo para países como Colombia, pues las agencias en el país los adquieren, pero no la
hacen en Panamá, sino que la mandan a elaborar afuera porque, como no hay suficiente mano de obra, demora mucho la entrega.
Fabricantes
Están preocupados y no quieren desaparecer, piden a las autoridades la ayuda para sobrevivir. Son pocas las operarias de máquinas que existen en el país.
La modista Madelen Rivera expresó que ella tomó un curso como operaria de máquina, mas no industrial porque no hay o al menos ella no encontró dónde tomar un curso para operar una máquina industrial, que es la mano que hace
falta en el país para apoyar
la industria textil.
Quizás existan muchas mujeres con el interés de
capacitarse, pero son casi nulas las opciones que hay para aprender.
Triste realidad
La competencia en el país con empresas de afuera es una situación latente. Dionisio Castillo, quien trabaja en una fábrica de ropa, indicó que es triste ver cómo existe en el país una competencia desleal que nadie puede ni quiere detener.
Grandes agencias colombianas se han instalado en el Istmo y adquieren contratos para fabricar prendas y los mandan a hacer en el país, todo esto desplaza la mano
de obra panameña, destacó Castillo.
Esfuerzos
Debido a que no hay lugar dónde capacitarse como operaria industrial, las pocas industrias textiles en el país se han dedicado a ofrecer sus propios cursos.
La empresaria Daniela Delgado manifestó que la situación no es fácil porque en el día se utilizan las máquinas para la fabricación, por lo que se necesitan centros especiales para capacitarse. Se necesita urgente que el Gobierno apoye porque no queremos desaparecer, concluyó Delgado.
A punto de desaparecer
Todo anda mal en el sector textil, estamos en cuidados intensivos, y el Gobierno no nos protege en nada, manifestó Augusto Corro Pinilla, maestro sastre.
-
Thaylin jiménez
- @TJimnz