Antes de llegar a Nombre Dios, unos de los pueblos de la costa arriba de Colón, doblas a la derecha, en una estrecha calle de tierra se encuentra con lo poco que queda de una locomotora de vapor.
A ese sitio dónde se encuentran los restos de lo que fue la máquina de vapor de la locomotora le llaman la línea. Se ganó el nombre porque pasaba la vía del tren que atravesaba el sitio transportando el manganeso, hasta llegar a la playa en Nombre de Dios, de allí era transportado en barco.
Aún en el lugar hay manganeso, señala uno de los campesinos del lugar. El manganeso es usado en la metalurgia y se encuentra en las piedras grises del terreno donde fue abandonada la máquina que lo transportaba.
Los rieles y máquina de vapor que a simple vista es hierro viejo, sin embargo, significa mucho más para un grupo de fotógrafos que realizan giras, en cacerías de buenas fotos y algunos visitantes que encontramos en el lugar, que estaban maravillados con aquellas piezas. Algunos lugareños lo han vandalizado para venderlo como chatarra, llevándose parte de la historia minera que había en el sitio que hoy es visitado por los turistas, debido a que en la costa arriba sus playas turquesas, su naturaleza verde y sus ríos cristalinos invitan hacer ecoturismo que no combina con la minería.
El campesino, que se arreglaba porque había terminado su faena, relata que atravesando el riachuelo que es donde termina la carretera de tierra, se puede encontrar parte de la vía enterrada o cubierta por la hierba. Dice que cuando los ríos crecen ellos van por encima de los rieles para llegar a los sitios donde tienen el ganado.
Relataron pobladores del sitio, que la Caribbean Manganese Co. explotó la mina a finales de 1895 a 1902. Después la abandonó.
El ferrocarril de línea angosta llegaba hasta el puerto de Nombre de Dios, donde se embarcaba el mineral.
Aún se puede ver la maquinaria y los rieles de esa mina.









