Ruido, invisible y severo
Poco a poco la contaminación acústica va disminuyendo la calidad de vida y salud de las personas, sin que ellas se den cuenta.
Salir en horas de la madrugada para dirigirse a su lugar de trabajo es la tarea diaria que realizan miles de personas, que entre el tranque, el ruido excesivo y la contaminación acústica poco a poco van desmejorando su salud.Algunos individuos salen de sus residencias queriendo encontrar un ambiente ameno hasta regresar nuevamente a su morada, pero eso está lejos de hacerse realidad. Pues entre la bulla de las construcciones, el pito (piii, pooo, pit-pit) de los carros, música a alto nivel y los festejos inesperados de los fines de semana, hay quienes ya no saben ni qué hacer.Tal es el caso de Oderay Luna, quien reside en un edificio de la localidad, diariamente solo le queda asomarse desde su balcón para ver lo que a su juicio denomina el país de la bulla, muchas veces no necesita esperar su alarma para despertar, ya que la bulla lo hace por ella.Todos estos factores sumados a la larga van trayendo consigo deterioro y mal rendimiento en algunos aspectos en el ser humano.La fonoaudióloga Marlee Batista explicó que una persona puede soportar hasta 85 decibeles (dB), en un periodo de ocho horas diarias sin que le ocasione un daño permanente a su audición, de allí en adelante puede traer reacciones no positivas para la salud. AfectacionesAlgunos de los daños pueden ser como: presión arterial, estrés, dolores de cabeza, disfunción eréctil y poco a poco se va a disminuir la audición. Cabe resaltar que la audición normal que toda persona debe tener cuando le realizan la prueba auditiva (audiometría) es 20 dB como mínimo. Si cae de 25 dB en adelante ya se presentan síntomas de pérdida auditiva, que puede ser leve, moderada o severa. Al estar en un lugar cerrado el sonido se concentra mucho más, y puede crear daños más rápidamente. Lo normal es perder 1 dB de audición por año, es algo común por la exposición que se tiene constantemente con la contaminación ambiental. En diferentes obras y edificaciones que se realizan a diario en todo el país, muchos de estos sitios marcan un nivel de ruido entre 100 y 120 dB, por eso muchas veces deben contar con permisos especiales para poder operar, y los trabajadores deben estar protegidos.Mientras, en las terminales de transporte y las avenidas más concurridas en horas pico hay ruidos mayores de 85 dB. José Isabel Blandón, alcalde capitalino, dijo que tras la aprobación del Acuerdo Municipal N.° 141, se ha logrado sancionar a varios comercios por el tema del ruido y el mal manejo de la bulla. Hay unos 50 locales comerciales, y cinco cerrados por hacer escándalo excesivo.Dicha norma adopta medidas de control para el ruido en espacios públicos y las áreas residenciales. Las sanciones varían desde los $500 hasta los $2 mil.Sanciones Entre julio de 2014 y abril de 2015, la Alcaldía de Panamá realizó 111 operativos en el distrito de Panamá por el tema del ruido y el licor.Carlos Rolla, médico de la Dirección de Promoción de la Salud del Minsa, indicó que el exceso de ruido y sonidos genera cambios en la parte psicológica y emocional en la persona.Por eso en el departamento se llevan a cabo programas para motivar a la ciudadanía a la eliminación de los constantes ruidos para llevar a cabo una vida saludable.Según el Censo de Población 2010, en Panamá y las comarcas indígenas había 15,191 personas con discapacidad auditiva.