Con el candente sol, sus lentes oscuros, camisetas carnavaleras y unas cervezas en sus manos, llegaron dos jóvenes cubanos a disfrutar del segundo día del Carnaval 2017 en la Cinta Costera.
Aunque un poco desorientados, brincaban y brincaban sin llevar un ritmo marcado, mientras coreaban algunas de las músicas del momento, también se mojaban con el agua de los carros cisterna que estaban en la vía. "Un poco más de agua queremos", decían alegremente los dos foráneos.
Con normalidad se iba desarrollando la fiesta del rey Momo, en su segundo día de festejos. Pues tanto panameños como extranjeros hacían su fila para pasar por revisión y acudir a los culecos.
Esta fiscalización incluía la verificación con el sistema de "pele-police", decomiso de artefactos que no eran permitidos y la revisión minuciosa de los visitantes.
Además de que los menores de edad debían estar acompañados de sus padres o algún adulto responsable.
"Qué Carnavales en Las Tablas ni qué Tablas, los Carnavales en la Cinta Costera son los mejores", manifestó un gozoso que estaba junto a su familia frente a la tarima principal de la mojadera.
De eso quedó evidencia cuando las mujeres con sus vestidos estilo "leggins", que parecían estar en una competencia de la que le lucía mejor, diferentes colores y estilos, pero todas se remeneaban hasta decir no más. Eso a espera del último cartucho de los carros cisterna, a eso de las 3:00 p.m. se terminó la mojadera.
Operativo de Salud
Mientras los fiesteros iban llegando y los vendedores acondicionando su mercancía para ofrecerla al público, personal de Salud aprovechó para hacer las inspecciones a los locales.
Torick Arce, subdirector de la Región de Salud Metropolitana, dijo que en los 61 puestos de venta verificados se hicieron hasta horas de la mañana dos decomisos de aceites viejos, carne en estado de descomposición, condimentos vencidos, entre otras fallas.
Las sanciones por la mala higiene y seguridad alimentaria va desde $10 hasta $500.
Los comercios no fueron cerrados, solo se les decomisa la mercancía y de haber reincidencia son multados.
Por otro lado, algunos comerciantes manifestaron a este medio que las ventas no andaban muy buenas.
Según una de las entrevistadas, quien pidió guardar su identidad, todo se debía a que a lo interno de los culecos había varios puntos de ventas de licor y eso les estaba restando ganancia a ellos.
Durante el jolgorio y el desorden, las unidades de la Policía Nacional sacaron a varias personas de la ruta del Carnaval porque estaban con comportamientos no adecuados; se dio para evitar mayores incidencias como una riña u otro altercado.
También un policía fue atendido por personal de Salud, ya que un grupo de jóvenes le tiró un suéter en el rostro con una sustancia irritante que le cayó en el ojo y a otro le ardió y le quemó las manos.
Personal de Salud encontró una casa en calle 32, ave. México, donde cocinaban alimentos clandestinamente que vendían en la ruta del Carnaval.
Las personas consideran como positivo el que se haga operativos de salud.