Extensiones de mangle negro de la Bahía de Panamá en los último meses fueron afectadas por cambios en la salinidad en la zona, donde se instaló una planta de tratamiento de aguas, y por alguna especie de polillas que se los están comiendo lentamente, reveló un informe del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales STRI.
Pero eso no es todo, de acuerdo con el STRI, el hecho fue descubierto a finales de 2015, por el profesor Alexis Baúles, de la Universidad Tecnológica de Panamá UTP, que informó de un creciente número de árboles poco saludables en la zona de la nueva planta de tratamiento de agua Juan Díaz, ubicación de la nueva torre de flujo Eddy, de la UTP.
Los científicos observaron un impacto significativo en los manglares frente a Panamá Viejo y revelaron que solo el mangle negro Avicennia germinans parece estar afectado, indicó el STRI.
Ricardo De Ycaza, director de Costas y Mares de MiAmbiente, aseguró que la afectación de los manglares estaba controlada y que se conoció que el mangle se estaba regenerando, pero que era un tema de cuidado, pues aunque hay un informe del tema, hay fuertes indicios de que muchos manglares en el país están sufriendo con el cambio climático.
Pescadores también temen
Pero no solo los manglares sufren, pues según Hipólito Morales, pescador de la cooperativa de Puerto de Remedios en Chiriquí, hay preocupación porque el mar ya no es el mismo y con el pasado huracán Otto, el problema de la pesca se intensificó.
Hay pescadores que están saliendo y no traen nada, otros aseguran que el mar se pone "picado" muy seguido y que la producción podría estar en peligro, algo pasa en el ambiente, por eso es importante el diálogo con las autoridades.
La Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá Arap aseguró que no descarta que el problema del mangle ocurrido en la Bahía de Panamá tenga un impacto en algunas especies marinas, pues este lugar es la primera casa de muchas de ellas.
Sobre el tema de "Otto", dijo que todo desastre natural tiene un impacto sobre los ecosistemas y lo importante es hacer la prevención necesaria, pues las inclemencias del tiempo son inevitables.
Sobre la pesca, Tito E. Díaz, coordinador de la FAO para Mesoamérica, señaló que el proceso consultivo desarrollado para elaborar el Plan de Acción para la Pesca Sostenible de Panamá y los elementos que este contempla muestran una política moderna con un enfoque ecosistémico que promueve una gestión más transparente, integrando una amplia participación del sector y otras instituciones pertinentes en los procesos de toma de decisiones y actividades.
Aseguró que Panamá puede y está a tiempo de lidiar con estas anomalías.
Los humedales de la bahía de Panamá incluyen 297 km cuadrado de manglares, es decir, un 21% de la cobertura de las costas, de acuerdo con datos de la conservacionista Sociedad Audubon de Panamá.
El mangle negro desempeña un papel clave en el ecosistema del manglar tanto por su hojarasca como por sus detritos movidos por la marea. hay muchas entidades que lo protegen.