@castillodelvin
La Cinta Costera I, II y III, un lugar ganado al mar con rellenos, se ha convertido en el sitio preferido de miles de panameños y extranjeros, pues encuentran en esta infraestructura un lugar de esparcimiento en pleno centro de la ciudad de Panamá.
Para conocer cómo disfrutan de este lugar las personas, el equipo de día a día recorrió el sitio toda una tarde.
Un sitio para disfrutar
Se observó que mientras algunos se ejercitaban corriendo, apreciaban a la distancia el colorido de los edificios antiguos del Casco Viejo, además de los rascacielos que hay en la Avenida Balboa y Punta Paitilla.
Otros que la pasan de maravilla son los niños, prueba de ello es la sonrisa que se dibuja en sus rostros. Ellos patinan, manejan bicicletas, vuelan cometas y corren de un lado para otro, mientras van haciendo nuevos amiguitos.
Sus padres los observan, mientras compran raspao, los cuales degustan en familia, escuchan cómo los vendedores de estos deliciosos refrescos hacen propaganda a sus productos, con tal de llevar algo de dinero para sus casas.
A Larissa Rentería y su familia les fascina la Cinta Costera, pues en este lugar rodeado de árboles y flores se relajan del estrés que les causa el trabajo.
Otro que le encanta la Cinta Costera es Oscar Marín, quien jugaba con una pelota con su nieta Yarianis Cárdenas, de un año.
Según Cárdenas, visitar ese sitio es la mayor satisfacción que puede tener, porque se distrae con su familia y lo mejor es que con poco dinero la pasan bien.
En la Cinta Costera I, que antes era bañada por aguas del mar y llegaba hasta la estatua de Vasco Núñez de Balboa y el antiguo parque Anayansi, mejor conocido como el parque de los enamorados, se deleitaban mientras un muro detenía las olas del mar.
Restaurantes
Pero la diversión no es solo en el día, pues en la noche se puede disfrutar de un delicioso pescado frito con patacones en los pequeños restaurantes, que están ubicados en el Mercado de Mariscos.
Allí turistas y nacionales pueden degustar todas las delicias del mar, a precios bastante asequibles. Por si fuera poco, la seguridad es excelente.