Más allá de los planes detox, la tendencia "Raw food" o cruditarianismo defiende el consumo de alimentos crudos o con preparaciones que no implican exposiciones a altas temperaturas, capaces de reducir entre el 60% y el 80% su aporte de vitaminas y minerales.
Según el healthy chef Boris Domínguez, desde hace varios años esta forma de comer ha existido, pero los efectos en la salud a largo plazo han causado polémica entre los profesionales de la nutrición por ingerir alimentos crudos.
Beneficios
El "Raw food" busca promover un estilo de vida para consumir más alimentos en su estado natural, generalmente con la intención de mejorar la salud, pues se han notado los beneficios en varios estudios clínicos al aumentar la ingesta de alimentos y frutas en su estado natural.
Algunos de esos beneficios son: reducción de la inflamación, mejora la digestión, aumenta la energía, reduce los niveles de colesterol, regula el azúcar en la sangre y mejora la apariencia de la piel.
Hay que sumar que las preparaciones "Raw food" suelen ser bajas en calorías y sacian de manera natural. Otros beneficios de una dieta cruditariana equilibrada son que puede ayudar a mejorar el sistema inmune, que tiene gran poder depurativo y que estimula la producción de flora bacteriana benéfica. Con todo ello, la piel y el cabello embellecen su aspecto y hay quienes perciben mejorías en la vitalidad, ánimo, atención y lucidez.
Incorpóralos en la dieta
Lo más habitual es pensar en frutas y verduras a la hora de tomar alimentos crudos, pero también pueden incorporarse cereales, leguminosas y semillas germinadas o activadas que hayan reposado en agua de 8 a 12 horas, así como frutos secos, setas, aceites vegetales puros, algunas variedades de condimentos y especias.
El "nutrifitcheff" destaca que aparte de las frutas y vegetales crudos, también entran en este estilo del crudismo, las algas o vegetales marinos en sus diferentes presentaciones, los pescados que pueden comerse crudos, alimentos fermentados y granos germinados.