El misterio del Día de Muertos en el mundo
El día 2 de noviembre, festividad de los difuntos, o Día de Muertos, como se conoce en México, también hunde sus raíces en la tradición católica. Se conmemora a todos los fieles difuntos, en el entendido de que no todos ellos han alcanzado la salvación y que necesitan de oraciones para que Dios se la conceda cuanto antes.
De acuerdo con la doctrina católica, hay personas que tras su muerte no van directamente al paraíso ni al infierno, sino a un estado de purificación temporal conocido como purgatorio.
Las almas del purgatorio pueden considerarse salvadas porque, tarde o temprano, verán a Dios. Hacen penitencia por los pecados cometidos en vida para presentarse ante Dios con el alma completamente limpia.
Pero según los creyentes como la señora María de Jesus Rodríguez, la Iglesia enseña a sus fieles que pueden y deben rezar por las almas de purgatorio, especialmente por las de sus familiares, para que Dios acorte ese tiempo de purificación al que están sometidos.
Es una de las razones por las que, recientemente, la Iglesia católica ha recordado que los cuerpos deben descansar en un cementerio y que no se debe arrojar sus cenizas a otros lugares, como mares, ríos o montañas.
Aunque hay reacciones encontradas, pues otros dicen que es un día que se presta para actos malévolos que contactan a los demonios.
El Día de Muertos es una celebración tradicional de origen mesoamericano que honra a los difuntos. Se celebra principalmente los días 1 y 2 de noviembre, aunque en algunos lugares comienza desde el 31 de octubre.