La limpieza de la estufa puede ser la tarea más desagradable de toda la casa. Las mujeres pasan días y días diciendo que deben limpiarla, pero llegado el día les cuesta varias horas poder dejarla limpia.
Consultamos a amas de casas, entre ellas a María Aparicio, que nos contaron sus secretos y estos son:
Si la mancha es antigua o muy difícil de remover, un método efectivo para limpiar la grasa de la estufa es sumergiendo el paño en el alcohol, luego colócalo directamente sobre la mancha de grasa. Déjalo que actúe sobre la mancha por varios minutos, la grasa se irá disolviendo poco a poco. Luego frota el paño húmedo sobre la grasa hasta que esta haya desaparecido completamente.
El jugo de limón es un blanqueador, desodorante, removedor de manchas, cortador natural de grasa y eliminador de moho. A las superficies les da un toque de brillo. Solo mezcla un poco de agua con jugo de limón y pásalo sobre las superficies que desees limpiar. También puedes añadirlo en un rociador con agua para que sea más fácil usarlo.
De seguro ya lo sabías, pero un poco de bicarbonato en un recipiente abierto en tu refrigerador se deshará de los malos olores. También es un buen antiviral y elimina la mugre y la grasa. Puedes usarlo para limpiar parrilla, pisos, desagües y cañerías.
Guarda cada quemador en una bolsa hermética de plástico que tenga cierre de un tamaño necesario para poder guardar la pieza por limpiar sin que se abra. Añade 50 ml de amoniaco del más barato dentro de la bolsa, al día siguiente tus fogones estarán como nuevos.
De igual forma, si en los alrededores de tu estufa hay azulejos, también puedes disolver un poco de amoniaco en agua y limpia los azulejos con papel periódico humedecido con la mezcla. En vez de usar amoniaco, también puedes usar vinagre. Si están muy sucios, prueba con hacer una pasta con bicarbonato y lejía y a continuación frota con un cepillo y enjuaga bien.
Pero recuerda que lo mejor es que cada vez que cocines limpies tu estufa y así evitarás que en 15 días esté vuelta un "chiquero".