Si eres de esas madres que piensa que por que tu hijo se pegue a la "teta" más tiempo de lo normal debe ser revisado por un especialista, podrías estar en un error porque muchas teorías arrojan que los niños que son alimentados con leche materna son más inteligentes que los que consumen leche artificial.
Según la pediatra Ana Marín Saldaña, la lactancia materna contribuye al desarrollo del cerebro, lo que trae consigo el desenvolvimiento intelectual, sirviendo de ayuda a la hora de potenciar las relaciones sociales. Además, estos niños, sufrirán menos estados de agotamiento físico y mental.
Cuando una madre da de mamar a su hijo, aunque este tenga tres años y ya no salga mucha leche de la madre, aún el cerebro sigue desarrollándose, y según estudios, eso trae grandes beneficios cuando el niño entre al colegio y pueda poner en práctica sus habilidades.
La especialista aseguró que no existe ningún estudio que demuestre que la lactancia a demanda cause ningún tipo de daño a los niños, ni psicológico ni de ninguna otra índole. Los estudios solo han demostrado beneficios, tanto para la madre como para el bebé, en todos los sentidos, así que ya queda a disposición de la madre si al final decide hacerlo o no.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras autoridades sanitarias a nivel mundial, recomiendan que los niños sean amamantados de forma exclusiva hasta los seis meses, pero la mayoría de las madres llegan hasta el primer año de vida.
Consejos para dar leche
Saldaña señaló que es buena idea tener preparado un lugar cómodo para amamantar durante el día, que puede ser, por ejemplo, un sillón o silla mecedora; cuando el bebé toma leche, la madre no tiene por qué sufrir de dolores de espalda e incomodidad, lo ideal es que ambos estén cómodos.
El bebé estirado frente a la madre en contacto con su cuerpo, mamando de un pecho y con los pies hacia el otro. Es la postura más habitual y recomendada.