Una luchadora incansable. Cinthia Bethancourt, de 40 años, no se deja, pues dice que sus motivos para hacer lo que hace son sus cuatro hijos.
Cinthia se levanta todos los días a las 4:00 a.m, prepara el desayuno de los cuatro chicos y se dirige a su puesto de trabajo. Desde las 6:00 a.m., Cinthia comienza a acomodar sus materiales de venta, para a las 7:00 a.m., empezar la faena.
Ella vive en Rana de Oro, Pedregal, en una humilde vivienda de zinc, pero sueña con algún día tener su propia casa.
Desde hace 6 años, Cinthia se gana la vida vendiendo ganchos, binchas, barajas, toallas, gorras, hilo, agujas, correas, palillos para oído, todos comprados en el mayorista, para ganarse la vida honradamente.
Dice que desde que su esposo se fue, lo poco que le manda a una de sus hijas no le alcanza para nada, pues él tampoco puede trabajar ya que padece una lesión, es por esto que tomó la batuta y orgullosa buscó qué hacer para sacar a sus hijos adelante.
A Cinthia se le puede encontrar todos los días de lunes a domingo, en la entrada de Pedregal, de 6:00 a.m., a 8:00 p.m., pues trabaja duro para poder hacer los reales que le sirvan para llevar el sustento a la casa.
El precio de casi todo lo que vende es de 0.25, hasta los $5.00, ella dice que lo mejor es que las personas encuentran barata su mercancía, pues muchos en otras partes lo compran ya a 0.40, mientras que ella mantiene el precio.
Su carta de presentación es una gran sonrisa y su amabilidad, pues dice que hay que empezar bien el día para que continúe así.
Su sueño es poner un negocio más grande y poder conseguir que Ampyme la ayude con un proyecto de ventas de más artículos y poder ganar más dinero.
