Ella confecciona guacamayas, tucanes, platos, porongos, caras de tigre, entre otros, a base de hilo de chunga y son pintados con colorantes que sacan de plantas y bejucos.
Emérita lleva más de 15 años confeccionando este tipo de artesanías y explica que en la comarca Emberá-Wounaan son las mujeres las que se encargan de este tipo de artesanías y que ellas, agrupadas, se sumergen en la selva para conseguir sus materiales.
Esta artesana tiene un hijo y se siente orgullosa que, gracias a su trabajo lo ha logrado sacar adelante para que él estudie y logre ser un hombre de bien.
Ella explica que con la venta de sus artesanías, además de pagar los gastos escolares de su hijo, puede sobrellevar los gastos de alimentación y hacerle mejoras a su hogar.
Sus artesanías son muy elaboradas, por eso le pueden tomar confeccionarlas desde 15 días hasta un mes y medio.
Emérita expresó la necesidad que tienen los artesanos de su comarca en poder comercializar sus productos, puesto que no hay suficientes ferias en donde ellos puedan demostrar todo el talento que hay en la comunidad y lo bonito que quedan las artesanías utilizando materiales que la misma naturaleza les ofrece.