Trastorno de la prosodia
La prosodia incluye los aspectos del habla no relacionados directamente con la descodificación de grafema a fonema. Por tanto se refiere a la entonación y al ritmo que se aplica al lenguaje. En ocasiones, el tono de voz que utiliza el niño puede generar una sensación de grosería. En otros, se expresa con una entonación excesivamente aguda o con formas de voz muy peculiares, que acentúan la extravagancia del lenguaje.
Puede manifestarse como síndrome del acento pseudo-extranjera, que se refiere a un trastorno en el que una o más de las funciones prosódicas se han comprometido o eliminado completamente.
Como resultado, la prosodia tiene una amplia gama de funciones, incluyendo la expresión de lingüística, de actitud, pragmático, afectivo, personal.
Una misma frase, según su entonación, puede tener diversos significados.
Las personas diagnosticadas con disprosodia comúnmente experimentan dificultades en el tono o control de tiempos.
Pueden comprender el lenguaje y vocalizar lo que pretenden decir; sin embargo, no son capaces de controlar la forma en que las palabras salen de su boca.
La disprosodia es el trastorno neurológico del habla y no se sabe mucho del mismo o no se entiende de manera concluyente. La expresión más evidente de disprosodia es cuando una persona empieza a hablar con un acento que no es el suyo.