EFE
Llegó a China como un médico recién licenciado y ahora, tres años después, David se ha convertido en "Lou Dawei": el primer cantautor español que canta en chino y que arrasa en el país.
"Vine porque quería tomarme un año diferente, pero luego me enganchó estudiar chino. Estaba lejos del nivel que quería y empecé a aprender canciones para mejorarlo. Ahí empezó todo", cuenta David a Efe, horas antes de cantar en una sala de Pekín, tras llenar locales durante una gira por diversas ciudades de China.
Son los frutos de su éxito, cosechado en las calles de decenas de ciudades chinas, donde David sacaba su guitarra y su amplificador y no se lo pensaba dos veces antes de ponerse a cantar frente a los viandantes, que se paraban atónitos ante un español que se arrancaba a cantar en mandarín y además, temas locales.
"Para mí, la música es una experiencia cultural, y la calle es lo mejor para eso. Recibes la respuesta del público mucho más fácil y te permite conocer a los ciudadanos de los sitios a los que voy", señala David García Lou, cuyo segundo apellido no guarda ninguna relación con un pariente en Oriente.
"Es el de mi madre, aragonesa de toda la vida", comenta entre risas el joven, quien dio el salto desde Madrid al sur de China, donde comenzó a trabajar en un hospital y se acabó instalando en el país.
Allí, desde el sur, es donde ha escrito la mayoría de sus temas, que hablan de las experiencias recogidas a lo largo de su camino por la República Popular: ciudades que le llamaron especialmente la atención, programas de la televisión china de los que hace una parodia, pero también de su tierra.
"Hay una de Madrid, y es que, estando lejos, también se extrañan cosas", comenta el cantante.
Pero lo que más llama la atención en sus conciertos es que David combina sus letras con canciones locales escogidas minuciosamente y a las que les da un estilo propio.
"Me gustan los grupos que hablan de perseguir sus sueños, de no rendirte", explica el madrileño sobre los temas que selecciona y que presenta en la gira "Los sueños de Don Quijote", que hoy cierra en Pekín después de varios meses y unas 50 ciudades.
Es al famoso personaje de "El Quijote" a quien evoca David para tratar de mostrar un pedacito de España en este circuito de conciertos: "Siempre me ha gustado mucho la literatura, y me pareció un homenaje bonito".
En esta última aventura, la de su gira, le acompaña el guitarrista Paco País y un disco recién grabado en España, "Siempre en la carretera", producido por Joaquín Torres, quien también trabajó con grupos como Ella Baila Sola.
El disco se puede descargar de manera gratuita en internet, donde David ya cosecha un gran número de fans, gracias a su actividad en la popular red social Weibo, el Twitter chino, clave en el país.
Una clave a la que David supo subirse desde un primer momento: "Comencé a publicar en qué calle tocaría y veía que venían muchas personas. Me emocioné. Desde entonces, mi actividad en Weibo no para".
De momento, allí tiene 20.341 seguidores, quienes coinciden en destacar su "perfecto chino", además de su "valor" por dejar atrás una profesión muy valorada en el país asiático para perseguir un sueño.
"¡Si sólo le hubiera visto y no oído, pensaría que era chino!", exclamaba una internauta, mientras otro admitía: "Me gustaría ser como tú, ser cantante y no lo que me imponen".
Es también en Weibo donde David ha tenido una mayor respuesta, ya que, "a veces, en el mismo sitio la gente siente verg enza".
Aunque siempre hay excepciones. Como es el de los viajeros que se le acercaron en Dali, en la provincia de Yunnan, en los tiempos en los que se dedicaba a dar conciertos únicamente en la calle y que le dedicaron una única frase: "La noche más feliz de nuestras vacaciones ha sido encontrarte en esta esquina".
Ahí es donde el cantante quiere volver, a la calle, en la que poder seguir cultivando el intercambio en su largo viaje que, a pesar de girar en torno a una guitarra, no ve alejado de la medicina.
"Conocer un país como China te aporta una nueva visión social. Si vuelvo a la medicina, seré un mejor médico", afirma el cantante, quien, no obstante, deja entrever que ese cambio aún queda lejos: "Me queda mucho por aprender".