La anciana japonesa nació el 5 de marzo de 1898, se casó en 1919, tuvo tres hijos y seis bisnietos. El año pasado recibió el certificado de la institución Guinness World Records cuando tenia 115 años, el cual verificó que era la mujer más vieja del mundo.
Okawa se alegra por no haber sufrido nunca una enfermedad grave y asegura que el secreto para su longevidad es comer saludable y descansar lo suficiente.