Hay historias que no pueden dejarse de contar, son aquellas que son un ejemplo viviente que les demuestra a aquellos que se quejan que hay personas con problemas, pero que siguen adelante y triunfan.
Hoy en el Día del Padre, relatamos la historia de Francisco Cedeño Sáez, un padre ejemplar que vela por el bienestar de su hija Sheyla.
Sheyla es una persona con una discapacidad en los brazos y al no tener movilidad, necesita ayuda y en esa necesidad es apoyada por su padre.
Francisco Sáez es quien le ayuda a vestirse, a peinarse, hasta a ponerse el perfume, porque los brazos de él son parte de ella también.
No solo le apoya en sus necesidades personales, sino que es su cómplice y le ha ayudado a ser una profesional y en todo lo que se proponga.
Don Francisco labora en lo que le salga, pues durante 28 años trabajó vendiendo queso en bicicleta por todo el pueblo de Las Tablas, y junto a otros trabajos que le salían en algunas instituciones logró sacar adelante a su hija.
Esta joven es profesora de inglés, posee varios diplomas y ha sido su padre quien, junto a ella, ha tenido que recibirlos en los actos ceremoniales de sus graduaciones.
Sheyla Cedeño relató que su problema se inició a la edad de 15 años, cuando en un principio los diagnósticos apuntaban a que era un problema de lupus, pero fue un neurocirujano el que encontró el diagnóstico exacto, se trataba de una lesión medular.
Su juventud fue muy difícil porque estando en la capital buscando ayuda para su enfermedad, su madre murió atropellada y Sheyla se enteró por las noticias en la televisión, cuando observó la foto de la cédula que le pertenecía a su madre.
- A este padre y a todos aquellos padres ejemplos de vida, felicidades.
- Su padre y abuela han sido los que han ayudado a
- esta santeña.
Para los hijos, los padres son siempre el punto de referencia que les proporciona seguridad y mucha confianza.
Hablar con sus hijos, contestar sus preguntas y enseñarles cosas nuevas es una excelente manera de acercarse a ellos.