En la entrada del Canal de Panamá, sector atlántico, se encuentra el área de isla Galeta, un sitio protegido de la vida silvestre y de investigaciones científicas en la provincia de Colón, y donde también investigadores de varias partes del mundo realizan estudios sobre la fauna caribeña.
Parte de su área la utilizó como punto de defensa estratégica el gobierno de los Estados Unidos, para defenderla de los ejércitos alemán o japonés, durante la Segunda Guerra Mundial.
Hoy es un monumento que puede ser observado por los visitantes, principalmente el sitio de las antenas, que lo usaron como punto de comunicación con el Pentágono.
Este lugar fue establecido como un área de laboratorio en 1964, luego que en 1961 el doctor Ira Rubinoff vio el potencial del sector, solicitando al Pentágono que se le concediera al Smithsonian Institution.
Desde entonces, isla Galeta es administrada por el Instituto de Investigaciones Tropicales y luego de la reversión se coordina con MiAmbiente.
Para la docente de biología, Mari Luz Quintero, quien organiza excursiones con sus estudiantes procedentes del interior del país, isla Galeta es una barrera natural, que debe ser protegida y apoyada, a toda costa, por el Estado, para su conservación.
Quintero dijo que esta área, aparte de ser un reservorio natural, conlleva historia patria, donde se pudo observar la presencia de los norteamericanos, como un punto vital para custodiar la vía interoceánica, en contra de cualquier amenaza.
Mientras que para Joaquín Villalba, quien estudia biología, este lugar muestra a propios y extraños la riqueza natural que existe en la flora y fauna marina.
Sin embargo, Villalba lamenta que la destrucción de manglares en la zona, que es el hábitat de muchas especies, no permite que estas se encuentren como en años anteriores.
- Es una Barrera natural que debe ser protegida
- y apoyada.
- Se llevan a cabo excursiones estudiantiles y capacitaciones.
Existen diferentes tipos de manglares, arrecifes marinos y se observarán los estanques y acuarios, con organismos marinos.
No obstante, esta área protegida no escapa de factores como la contaminación que se observa afuera del rompeolas.