Un verdadero ejemplo es la labor que realizan diez mujeres de la comunidad de Tres Quebradas, en la provincia de Los Santos, quienes desde hace treinta años se atrevieron a soñar y luchar por mejores días.
Ellas se han convertido en las mejores panaderas de la provincia santeña, hacen un pan de pipita y rosquitas que son una verdadera delicia y lo más buscado en la región.
Desde las tres de la madrugada inician su faena y terminan hasta altas horas de la noche, y cada una de ellas tiene una misión específica que hacer.
Se dividen cinco por día, quienes logran producir al día unos tres quintales de harina debido a la gran demanda que tienen a base de puros pedidos y de lo que la gente les compra directamente en sus instalaciones.
Jornada
Dilsa Rivera, una de las mujeres miembros de esta sociedad, indicó que trabajan todos los días, excepto los domingos.
Explicó que cada una tiene su tarea, incluso dejan todas las medidas de mantequilla, levadura y huevos preparados porque todo se maneja con medida.
Rosa Evelia Villarreal señaló que este es uno de sus grandes sueños, pues la idea era tener una refresquería, pero por el nivel adquisitivo, no lo podían hacer, hasta que se dio esta oportunidad, a través de un proyecto Pro Rural del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) en la pasada administración de gobierno, con el que lograron construir su propia planta para elaborar pan.
Solo dos de ellas sabían elaborar pan, pero en pequeña escala de 15 libras cuando mucho y en horno de leña, pero ahora lo producen para repartir por toda la provincia y lo han hecho a través de maquinarias que han adquirido poco a
poco.
Santeñas laboriosas
Un grupo de mujeres de la comunidad de Tres Quebradas han prosperado haciendo pan, el cual reparten en toda la provincia y han logrado con la actividad fijar su propio salario.
-
Zenaidavásquez
- @ZenaidaVasquez7