No es de extrañar que las hormonas se alboroten y que algunos se pongan much hot.
Creo honestamente que Calle 7 es la mejor producción de todo el 2014. ¿Por qué lo afirmo? Porque cualquiera que sepa algo de televisión puede darse cuenta de que no es un show fácil de producir. Que requiere de mucha habilidad tanto de la producción como de los participantes. Que su dirección de cámaras debe ser muy ágil porque así lo requiere el formato por movido y dinámico. Que sus competencias deben ser diversas para no caer en las zonas comunes y aburrir a las audiencias. Que rompió con un hábito de consumo exclusivo de dramáticos/unitarios vespertinos y, sumado a ello, porque estamos ante un proyecto caro de producir que muy pocas televisoras se atreverían a hacer por la alta inversión para un horario que no es prime time y que puede resultar no rentable. Entiéndase un horario donde no necesariamente están la mayoría de televisores encendidos en los hogares ni gente viéndolos y por ende, menos pauta publicitaria.
Adicional a todo lo que arriba expongo, su producción realizó un casting bastante bueno donde el que los sintoniza puede al verlos, como dicen en México, darse su taco de ojo porque hay curvas, hay bonitos cuerpos, hay gente agradable a la vista y, dentro de todo lo malo que hay en la televisión y en este propio show, es entretenido y todavía sano.
Personalmente lo he observado desde el día uno. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que es la propuesta en directo más arriesgada que hemos visto en años en televisión local. Hay que ser muy egoísta o no saber nada de televisión para no admitirlo. Punto.
Dentro de todo lo que uno puede comprender que pase en un show donde participa mucha gente, donde hay cuerpos bonitos y caras agradables, no es de extrañar que las hormonas se alboroten y que algunos participantes se pongan much hot como diría una ex ministra; de ahí que, al igual que en otras producciones dizque de realidad, hemos visto como nacen parejas y ya usted sabe lo que sigue, ¡viva el amor!
Eso no tendría nada de malo si desde hace unas semanas a la fecha, su producción, desconozco si por morbo, búsqueda de más ratings o simplemente lo consideran importante para sus audiencias, se han dedicado a promocionar mucho más los romances entre participantes del mismo equipo o del equipo contrario o cuando se les sale el cobre, que el talento y esfuerzo de ellos, como si eso fuera lo más importante del proyecto y no, no se vale.
No se vale que transformen una buena y entretenida propuesta, como bien me escribió en twitter un seguidor, en una versión de esa porquería que se llama 12 corazones. No se vale que el esfuerzo de los participantes por llegar a ser el o la mejor, quede opacado por la producción- en los romances entre los participantes o sus patéticas demostraciones de malos perdedores. Por favor, eso de los momentos de pasión, déjenselo a Protagonistas de Nuestro Tele donde los revolcones entre participantes es su fuerte.
Otra cosa que me está preocupando mucho en los últimos días de la primera temporada de Calle 7, es la constante exaltación por la producción- de las peleas y discusiones, burdas y estériles entre participantes. Sí, uno puede comprender que la presión por ganar o frustración por perder, nos lleve muchas veces a reventar contra un compañero y/o contra el equipo contrario, pero eso no es ni la esencia del show y mucho menos lo que hace a un buen atleta el mejor.
Aquí valdría la pena analizar como audiencia qué busca resaltar realmente el canal al vendernos más, en sus últimos días, los romances y discusiones que la lucha sana y esfuerzo por llevarse el triunfo. ¿Qué mensaje les están enviando a los competidores de la nueva temporada que ya saben por donde vendrán las cosas? ¿Qué les dicen a los niños que son fanáticos del show al resaltar cada vez más las peleas que la lucha sana por ser el mejor?
Yo no entiendo, por ejemplo, como la persona que es seleccionado como el espíritu Calle 7 que se supone es el que más valores, unidad, compañerismo, etc., debe promocionar se le sale el cobre y el canal lo promociona, con la justificación, de que son humanos y todo lo que pasa es de verdad. Además de que es una contradicción con el título que le otorgaron, es decirle a la gente que ese es el espíritu de un participante del proyecto. Eso está mal.
Uno entiende que manejar emociones en televisión genera empatía o antipatía en las audiencias, genera morbo, da ratings y despierta sentimientos, pero que eso sea lo que más se va a resaltar en los últimos días del show, de un buen show, cuando lo que debe movernos es el esfuerzo, valores, dedicación deja mucho que decir. Para porquerías del amor, ya están12 corazones y Protagonista de Nuestra Tele. Piénselo, pero que el pesarlo también sea de verdad.