Mis colegas de la fuente de deportes, inclusive los del resto de las fuentes, están literalmente haciendo el ridículo. Están pasándose, otra vez, esa línea imperdonable entre el profesional y el fanático.
Los dos últimos encuentros de nuestra selección mayor de fútbol, siguen dejando al descubierto lo fácil que es pasarse esa línea muy delgada que la profesión nos obliga a no pasar. Sí, es verdad, somos panameños y apoyamos a nuestros jugadores y todos queremos que lleguen a Brasil 2014, pero cuando se está trabajando, haciendo periodismo puro, cuando se tiene un micrófono, una grabadora o una cámara no somos un panameño más. Es ahí, en esos momentos de presión entre ser o no ser que el verdadero profesional del periodismo deportivo se diferencia del fanático deportivo. Y ya en los medios y redes sociales hay abundancia de eso: fanáticos.
Ya es hora de que mis colegas de la fuente deportiva se dejen de excusas vulgares y baratas sacadas de un paquetito de chicharrón picante. Ya es hora que se hagan una autocrítica a lo que están haciendo frente a cámaras. Ya es hora de que se sienten a verse y escucharse después de una transmisión y vean lo abominable que es verlos y escucharlos como fanáticos descontrolados. Si eso quieren ser, entonces vayan al partido, siéntense en las gradas y sean uno más. Griten allá, sean fanáticos allá, junto a las barras, junto al resto de los fanáticos, no en pantalla.
Mis colegas de la televisión olvidaron la influencia de este medio como factor determinante en el desarrollo o no de esta disciplina deportiva. Si usted encendía su televisión y sintonizaba la dupleta TVN-TVMax o RPC-Telemetro era como un Carnaval. Ahí no se sabía quién era periodista, quién era fanático, quién estaba reportando, quién estaba informando y ni quién estaba desinformando. Era abusivo lo que nos estaban presentando porque no nos estaban presentando nada. Eran pases en directo sin fundamento, sin información, sin contenido y, lo que es peor, sin lógica.
La interrupción de una programación regular para ir a un pase en directo debe tener una justificación, deben tener un por qué real si es periodismo lo que se está haciendo. En RPC-Telemetro, TVN-TVMax no. Ahí fue vamos a jugar a entusiasmar a la gente. Vamos a jugar a romper programación para hablar hierba, decir paja y quedar como los que estamos informando de todo lo que pasa y no, lo siento, eso no es periodismo deportivo, eso no es información periodística, eso no es hacer buena televisión.
El fútbol es deporte, pero también es espectáculo y como tal se debe tratar. Desde hace varios años el fútbol mundial dejó de ser un simple deporte y se convirtió en un motivo de vida. En él hay un trasfondo social de muchas cosas: de política, de cultura, de jerarquías, inclusive de delincuencia organizada de la que nadie quiere hablar; es una actividad que mueve millones, que da trabajo y que, por supuesto hace delirar a la vez a muchas personas que se desviven por sus equipos.
Conociendo eso mis colegas, les pregunto, ¿Es periodismo deportivo lo que estamos viendo en televisión? ¿Eso es lo más profesionales que podemos ser? ¿Es así como aspiramos a ser una potencia deportiva con el apoyo de los grandes medios? Si es así y solo quieren hacer fanatismo deportivo, díganlo, sean honestos y no vendan lo que no es, como periodismo. Basta de fanatismo. Ya está bueno. Y el que se pica, que grite gol.









