El Sr. Eddy Vásquez es uno de esos talentos que cuando se inició esta columna, me atacó. Recuerdo cuando dijo en una entrevista que él se preguntaba si yo era un ser sin corazón por lo duro de mis columnas. Con el tiempo entendió que mis críticas nunca son personales, inclusive, hoy es de esos pocos que están abiertos a ellas. Estoy preocupado por él y la sobreexposición de su figura como talento de la industria, especialmente en pantalla TVN.
Partamos de que, gústele a quien le guste, el Sr. Vásquez es uno de los talentos más entrañables de la televisión nacional por muchos factores, entre los que está, y es el más importante, que no es un adonis que salió de un Mr. Musculín y por eso llegó a la televisión como un montón de esa y las otras pantallas, no. Vásquez, aunque a mí no me guste su trabajo en varios de los proyectos en los que ha participado, llegó a cuadro por su talento, por ser un profesional de la locución, por su carisma y por la empatía con las masas. A él lo hemos visto crecer en y con TVN.
Comento esto porque Vásquez es la voz oficial de TVN, la voz oficial de La Cáscara, host de shows especiales de esa pantalla, jurado de proyectos de temporadas, voz de varios comerciales y, ahora, bateador emergente del show matutino Jelou. ¿Es malo eso? Para él como figura-marca sí y le voy a sustentar el por qué.
Eddy Vásquez hace mucho dejó de ser un talento de televisión para ser una marca de la televisión. Eso él lo sabe, lo saben en la radio donde trabaja y lo saben en la televisora donde desde hace años es colaborador.
Para que me comprenda, le explico. Una figura-marca es aquel talento de cualquier arte que no necesita de un medio para mover la opinión pública o generar ingresos y sí el medio necesita de él para generar ingresos o marcar bien en ratings. En otras palabras, por cruel que se lea, es una relación de conveniencia. El medio usa al talento y el talento usa al medio.
Cuando eres una figura-marca o tienes una figura-marca, la debes cuidar porque al sobreexponerla llega un momento en que saturas a las audiencias con esa figura y queda siendo, ante ellas, como un utility, así como la Sra. Massiel Rodríguez, de Telemetro, que a nadie le sorprende verla del timbo al tambo, a pesar de que ella no es una marca.
Por eso es importante que el Sr. Vásquez sepa qué va a hacer porque, lo lamento, no puede estar en todo porque se va y lo van a quemar. Al estar él en La Cáscara y en Jelou, le resta personalidad tanto al show de los sábados, donde es una figura clave para efectos de identidad, como al show matutino que requiere por el poco tiempo que tiene al aire ni un año crearse una identidad. A eso súmele la exposición excesiva a cuadro en una sola pantalla de lunes a sábado, aunque no aparezca como figura los fines de semana, pero sí su voz, que es inconfundible, por no decir su marca. Vásquez no puede estar los sábados locutando lujuria y poncheras y de lunes a viernes hablarnos de familia y valores después del sábado habernos enseñado las nalgas y pays de la avenida. Eso es incoherente con él como figura televisiva y como persona, más allá de los shows.
¿Entienden en TVN lo delicado que es usar a Vásquez en exceso? ¿Entienden en La Cáscara lo que esto puede, mal manejado, afectar a su show sabatino aunque las audiencias sean diferentes a la matutina? ¿Entiende Eddy Vásquez que no se puede estar en la procesión, cargar al santo, ser el santo y dar la misa a la vez por su propio bien como talento de la locución? ¡Cuidado! Aquí lo que parece es que nadie lo está cuidando como talento de la industria. ¡Ojo con eso!
Ahora, basándome estrictamente en el trabajo que está realizando en Jelou, Vásquez lo está haciendo bien, a pesar de no ser su fuerte, porque una cosa es hacer televisión de joda pregrabada y otra, muy diferente, ser un host de un programa diario, en directo y que debe transmitir entretenidamente contenido inteligente. Lo ha hecho con humildad, con respeto a las audiencias, con respeto a sus compañeros a cuadro y eso, en tiempos en los que los culicagados y recién llegados a la industria se creen saberlas todas, es un placer porque habla bien de él como profesional, como ser humano, les da una lección de humildad a los nuevos talentos que se creen el guandú del arroz con coco y también envía un mensaje como posible figura fija de ese proyecto porque, aquí y en China, talento mata carita... o musculitos, pues.
Y es que quienes estuvieron detrás de la selección de Vásquez sabían muy bien que en ausencia de las verdaderas presentadoras de ese show, Carolina Dementiev y Gaby Gnazzo, porque, honestamente, excepto Natalia González que lo hace bastante bien, las demás son relleno, se requería de una figura que hiciera clic desde el inicio con las masas y de esta manera lograr que fuera imperceptible la ausencia de las dos figuras estelares del show. ¡Buena estrategia!
La producción de Jelou sabía que estaban cojos de una figura masculina fuerte, carismática y con la que un sector importante de su audiencia se identificara. Sin temor a equivocarme y sin creer tener los poderes sobrenaturales de Malcom Ramos o del Macumbero, creo estamos ante la nueva figura masculina del entretenimiento de las mañanas en TVN. Yo exhorto a la producción de Jelou a invitarlo a ser el host masculino fijo del show. Él tiene con qué y llena un vacío que esa revista matutina tenía y que cada vez era más evidente. El Sr. Vásquez ahora tiene que centrarse en ser él y no ser un cascaroso dentro de Jelou. La producción tiene que buscarle y ayudarle a encontrar su perfil televisivo en y para este formato sin dejar de ser Eddy Vásquez. ¿Será que llegó el momento de un cambio? Yo creo que sí, ¿y usted, Eddy? ¡Oh my God!
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