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Vestimenta
RedacciónCierto día, la Belleza y la Fealdad se encontraron a la orilla de un mar y se dijeron una a la otra: "Bañémonos en el mar".Se quitaron la ropa y nadaron.Poco después, la Fealdad regresó a la playa, vistió las prendas de la Belleza y tomó su camino.La Belleza también salió del mar, y al no encontrar su ropa, sintió vergüenza de su desnudez.Entonces se cubrió con las ropas de la Fealdad y tomó su camino.Y aún hoy en día, hombres y mujeres confunden a la una con la otra.Sin embargo, hay algunos que al mirar el rostro de la Belleza, adivinan que esa ropa no es la suya.Y hay quienes al ver el rostro de la Fealdad saben que el vestido no la oculta a sus ojos.Podríamos decir: "El hábito no hace al monje", o bien otro dicho más común: "Aunque la mona se vista de seda, mona se queda".
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