Robots sexuales ¿revolución o falla ética y moral?

Las muñecas sexuales dotadas de inteligencia artificial, capaces de reaccionar a los estímulos, comunicarse e interactuar con los humanos, abren una nueva era en las relaciones y la intimidad.

La tecnología robótica ha avanzado a pasos gigantescos los últimos años y junto a la inteligencia artificial promete ser un hito en lo que ha tecnología futurista se refiere. En un futuro muy cercano veremos muchos robots involucrados en distintas tareas cotidianas y liderando lo que pudiera ser una nueva revolución industrial.

A parte de esto existe un área en que también busca marcar precedentes y es la industria del sexo y el placer. Los llamados “Robot Sexuales” tienen un gran potencial de proporcionar servicios eróticos a un gran segmento de la población con necesidades especiales que no tenga acceso por alguna discapacidad, vejez o relaciones traumáticas. Pero a su vez representan un conflicto ético y moral al rozar las fronteras de la legalidad. La popularidad de estos robots sexuales se basa en su realismo y el grado de aceptación social que esto conlleva. Y aunque los robots tiene gran parecido con los humanos, su forma de hablar e interactuar con las personas todavía está en una etapa muy temprana.