Redacción/EFE.
El Bayern Múnich, que se encuentra en estado de gracia, intentará poner el segundo pie en los cuartos de final de la Liga de Campeones después del 0-2 conseguido en Londres, mientras que el Arsenal asegura que cree en el milagro y en darle la vuelta a la eliminatoria.
El conjunto bávaro, defensor del título, es consciente de que lo tiene todo a su favor, pero también de que no debe relajarse para no alimentar el sueño del equipo del francés Arsene Wenger.
Para el técnico español Pep Guardiola la clave en la vuelta está en apropiarse del balón. "Si no tenemos la pelota, tendremos problemas. Si tenemos la pelota, estoy seguro de estaremos en cuartos de final", dijo Guardiola.
La declaración no es sorprendente viniendo de Guardiola puesto que responde a su filosofía de posesión de pelota, pero en parte es una respuesta a lo que ocurrió en el partido de ida, cuando en los primeros minutos el Arsenal logró complicarle bastante la vida la Bayern con una presión muy agresiva.
En lo personal, Guardiola sólo tiene la baja, ya consuetudinaria, del central Holger Badstuber. El francés Franck Ribery regresó al equipo después de un hematoma en un glúteo que hizo necesaria una pequeña cirugía y reapareció con gol el sábado en la goleada a domicilio ante el Wolfsburgo (1-6).
Por su parte, los "gunners" recurren a la pasada edición del torneo continental, cuando ganaron en el Allianz Arena por 0-2, un resultado que en aquella ocasión no fue suficiente para superar el 1-3 que habían encajado en Londres, pero que apuntala la confianza de los de Arsene Wenger en que en esta ocasión pueden lograr la proeza.
El técnico francés cuenta esta temporada con un nuevo referente en su centro del campo, el alemán Mesut Özil, que ha guiado al equipo hasta los primeros puestos de la Liga inglesa esta temporada aunque no logra esquivar la irregularidad.
"La concentración y las ganas que demostramos hoy nos van a servir de inspiración. Iremos a Múnich con el mismo espíritu", señaló tras la victoria del sábado sobre el Everton.
El Arsenal, que conquistó su último título continental en 1994 -la Recopa de Europa-, lucha por no quedar apeado por cuarta temporada consecutiva en los octavos.
El Bayern Múnich, que se encuentra en estado de gracia, intentará poner el segundo pie en los cuartos de final de la Liga de Campeones después del 0-2 conseguido en Londres, mientras que el Arsenal asegura que cree en el milagro y en darle la vuelta a la eliminatoria.
El conjunto bávaro, defensor del título, es consciente de que lo tiene todo a su favor, pero también de que no debe relajarse para no alimentar el sueño del equipo del francés Arsene Wenger.
Para el técnico español Pep Guardiola la clave en la vuelta está en apropiarse del balón. "Si no tenemos la pelota, tendremos problemas. Si tenemos la pelota, estoy seguro de estaremos en cuartos de final", dijo Guardiola.
La declaración no es sorprendente viniendo de Guardiola puesto que responde a su filosofía de posesión de pelota, pero en parte es una respuesta a lo que ocurrió en el partido de ida, cuando en los primeros minutos el Arsenal logró complicarle bastante la vida la Bayern con una presión muy agresiva.
En lo personal, Guardiola sólo tiene la baja, ya consuetudinaria, del central Holger Badstuber. El francés Franck Ribery regresó al equipo después de un hematoma en un glúteo que hizo necesaria una pequeña cirugía y reapareció con gol el sábado en la goleada a domicilio ante el Wolfsburgo (1-6).
Por su parte, los "gunners" recurren a la pasada edición del torneo continental, cuando ganaron en el Allianz Arena por 0-2, un resultado que en aquella ocasión no fue suficiente para superar el 1-3 que habían encajado en Londres, pero que apuntala la confianza de los de Arsene Wenger en que en esta ocasión pueden lograr la proeza.
El técnico francés cuenta esta temporada con un nuevo referente en su centro del campo, el alemán Mesut Özil, que ha guiado al equipo hasta los primeros puestos de la Liga inglesa esta temporada aunque no logra esquivar la irregularidad.
"La concentración y las ganas que demostramos hoy nos van a servir de inspiración. Iremos a Múnich con el mismo espíritu", señaló tras la victoria del sábado sobre el Everton.
El Arsenal, que conquistó su último título continental en 1994 -la Recopa de Europa-, lucha por no quedar apeado por cuarta temporada consecutiva en los octavos.