El seleccionador de Estados Unidos, el alemán Jürgen Klinsmann, afirmó que sus pupilos están acostumbrados al calor y los largos desplazamientos, dos factores con los que deberán jugar el Mundial de Brasil.
Klinsmann dirigió ayer un entrenamiento en la sede del club Sao Paulo, donde se cumplió desde ayer once días de preparación.
Aunque la selección estadounidense establecerá durante el Mundial su campamento en Sao Paulo, Klinsmann anticipó que pretende viajar de una ciudad a otra para jugar sus tres partidos de la fase de grupos, sin volver al lugar de concentración, para disminuir el desgaste de los jugadores.
Los Estados Unidos deberá recorrer 5,601 kilómetros para enfrentar el 16 de junio a Ghana en Natal (nordeste), el 22 a Portugal en Manaus (Amazonas) y a Alemania el 26 en Recife (nordeste).